Alfonso Barrera

ARTE PLÁSTICO 

La pintura abstracta de Alfonso Barrera (Cádiz) es una celebración del color, el azar y la composición, como si, a través de viajes y experiencias, el pintor hubiera ido acumulando un depósito sin fondo de formas y luces. Con un estilo emparentado con Rothko, Clifford Still y el Pollock más geómetra, las obras del artista gaditano trabajan los colores como si se trataran de territorios cromáticos que compusieran una geografía irreal. A pesar de su abstracción, la pintura de Alfonso Barrera evoca composiciones naturales, formas orgánicas o arquitecturas soñadas.

Quizás todo provenga del carácter autodidacta de su pintura, porque la obra de Alfonso Barrera tiene algo de proceso, de evolución -de más de 20 años- pero a su manera y ritmo, fuera de los circuitos y los ambientes, como una isla en medio del carácter figurativo de la mayoría de pintores gaditanos.

«La pintura en mí tiene que ser el resultado de un proceso creativo en el que de manera introspectiva voy buscando dentro del cuadro formas que, de manera consciente o incluso inconscientemente, van dando configuración a la obra. Quiero que fluya el azar para, desde dentro de él, ir buscando la composición».

Los lienzos de Alfonso Barrera son el resultado de un proceso constructivo -como si trabajara con irregulares bloques de color-  en los que intención y azar se confunden, a veces rotundos y lineales, otras, en apariciones sutiles, casi transparentes, de personajes o formas que concurren en composiciones cercanas al collage. Un territorio entre la necesidad y la contingencia donde geometrías, colores y formas inundan poderosas la mirada del espectador.